Continuamos con lo que sería la tercera parte de nuestro “plan”
que se basa en la posibilidad de que en SESTIFE-SAGEP se lleve a cabo un ERE
con despidos.
Sabemos que este tema es de los que levantan ampollas y
además hieren sensibilidades pero nosotros lo entendemos como cuando una
familia cualquiera se niega nombrar la palabra Cáncer en reunión alguna. El que
no se nombre esa palabra o se utilicen eufemismos para describirla no significa
ni por asomo que esta terrible enfermedad vaya a hacer mella en dicha familia y
esto es un hecho categórico que no admite dudas. Lo que debe hacer toda familia
es prevenir este enfermedad con conductas saludable y estar prevenidos con
controles médicos adecuados para que detectada a tiempo pueda ser combatida con
éxito. El quedarse quietos rogando a la virgen para que la enfermedad no llegue
sin hacer nada más es un desatino de órdago.
Y por qué ahora desde el FSOC nos interesamos por este tema.
La cosa no puede ser más sencilla. Desde que el tribunal de Luxemburgo dictó sentencia
contra la estiba, o incluso antes de hacerlo, ya venimos oyendo que la
situación de los puertos españoles en materia de plantilla de estibadores es
insostenible. Este hecho se ha apuntalado como una enfermedad en nuestro gremio
gracias a la crisis que nos azota y, además, a la incompetencia con la que ésta
ha sido gestionada. Si añadimos ahora que el sindicato mayoritario no tiene
claro cuál es la salida que hay que dar a esta situación, encontrándose ésta en
un impase de espera donde nadie mueve ficha a la espera de que ocurra algo cuasi
sobrenatural como sería que el PP revalide la mayoría en las próximas
generales, tenemos poco claro que algo bueno esté por acontecer a nuestro
gremio en un futuro no muy lejano.
La irrupción de nuevas fuerzas de izquierda en el panorama
político español no es que vaya a ser un balón de oxigeno precisamente para los
estibadores. Estas fuerzas políticas nos ven más como una “casta” privilegiada
que prefiere ser privatizada antes que mantenerse como servicio de interés
público para mantener su “estatus” y esto compañeros, aun no siendo real del
todo, si no nos equivocamos, lo vamos a acabar pagando.
Si a todo esto sumamos que dentro del sindicato mayoritario
parece que su equipo de asesores ha sacado la corneta y al toque de “tonto el
último” han iniciado una desbandada en tropel, dos inician “la fuga”, uno en
Tenerife y otro en Barcelona, hacia los mares de la política el tercero apunta
como presidente de la Autoridad Portuaria de S/C de Tenerife, entendemos que
muy bueno no debe presentarse el futuro de la estiba y da la impresión, ojalá
nos equivoquemos, que algunos han decidido saltar del tren en marcha antes de
que este descarrile con funestas consecuencias.
Dicho todo esto, desgraciadamente hay que prepararse, aun
esperando lo mejor, esperando tener un golpe de suerte y que los tráficos lleguen
a tropel, debemos estar preparados para lo peor y en el FSOC, manteniendo
nuestro compromiso de pelear hasta “el último hombre” el trabajo de los compañeros,
debemos tener lista una batería de medidas para el hipotético caso de que se
llegara a la desgracia de un ERE en nuestra empresa. En esto es donde entran
las famosas demandas a la empresa y de esto poco más podemos decir, pues de lo
contrario desvelaríamos nuestra estrategia y con ello pondríamos en guardia a
nuestros adversarios, que no enemigos.
Compañeros del puerto de Santa Cruz de Tenerife, dado que no
se convocan asambleas generales y dado que no podemos preguntar o interpelar a
nuestros compañeros del comité del mayoritario, sería importante que el censo
tomara conciencia de la situación en la que estamos y aprovechara las asambleas
de Coordinadora para preguntar: ¿dónde estamos
los estibadores y hacia dónde vamos?, y de paso si es verdad que algún
compañero del comité, bien relacionado, está preparando su “salto” hacia la Autoridad Portuaria e S/ C de
Tenerife, haciendo bueno ese viejo adagio marinero que dice: “Las ratas siempre
son las primeras en abandonar el barco”.
Compañeros, desde el FSOC estamos decididos a pelear con
todas nuestras armas, contra la mínima posibilidad de un ERE en nuestro puerto
y contra las secuelas que pueda acarrearnos el problema de la sentencia de
Luxemburgo, pero cierto es que siendo minoría como somos, poco es lo que
podremos hacer si no contamos con más apoyos desde la plantilla. Por nosotros no
será, pero lo dicho nuestro trabajo está limitado y mucho.
Salud.
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