Así parece que vamos a salir los estibadores de este primer
asalto en nuestro enfrentamiento con el ministro De La Serna –Mr Pelazo- y es
que hay que ver el giro que ha dado nuestra historia en unas cuantas horas.
De primero la inoperancia de patronal y sindicatos “emperrados”
en sentar el señor de la melena en la mesa de negociación y éste que se niega
en redondo como quién fuera a ser devorado por las fieras.
Para algunos este
hecho demuestra el talante negociador del citado y se nos muestra como una “paloma”
huidiza con muy poca cintura, falto de carácter y liderazgo y que posiblemente
este ahora más pendiente de llamar todas las tardes a su “churri” con la que en
próximas fechas va contraer matrimonio.
Paloma el ministro, palomas los sindicatos y paloma la parte
visible de la patronal, esto que bien parece un asociación de colombofilia es
el grupo humano que tiene sus manos el
futuro de la estiba en España y que de seguir así, manteniendo esta
inoperancia, amenazan con hacer buenos a los filósofos, teólogos, políticos que se enfrascaban en tan trivial discusión como era la de determinar el sexo de
los ángeles mientras a las puertas de la ciudad de Bizancio, los turcos hacían cola para
comenzar a repartirse lo que quedaba de la otrora orgullosa capital del
cristianismo universal, lo que se dice hacer el “canelo” en lenguaje coloquial.
Producto de todo este sin sentido son las ocurrencias que
unos y otros van dedicando a la concurrencia, donde se desconvocan paros, sin
tener nada en firme o llamando al ministro para exigirle que se siente a
negociar cuando en 2008 los pateamos fuera del tablero negociador de la estiba.
Donde el ministro de “descuelga” con una garantía de los puestos de trabajo
mediante un “instrumento normativo” (que bien podría ser un instrumento tipo el
moreno del wazap) o cuando las empresas hablan ya descaradamente de eliminar
los pluses y aumentar las jornadas y todo ello cruzándose las frases en lo que
viene a ser un autentico diálogo de besugos donde nadie oye y todos hablan conocedores
de la debilidad del oponente.
Por si esto fuera poco, ahora resulta que el bueno de maese
Albert –mrs naranjito- parece que ha olvidado a sus parientes obreros, estibadores de pro,
y piensa volver al redil que le marca el PP. Cansado ya de jugar a hacerse ver
en la prensa radio y televisión diciendo sus acostumbradas tonterías y
haciéndose fotos con la cúpula del mayoritario, ahora querría volver a ser él, el
liberal que siempre ha sido y decide desarrollar el papel que se le ha
encomendado y que no es otro que hacer las veces de mamporrero del PP, dejando
(si se confirma) a los sindicalistas compuestos y sin novia –que tiene bemoles
echarte una novia liberal siendo un sindicalista de izquierdas (¿?)- con la
calculadora en la mano tirando ya hasta de integrales dobles para ver si hay
posibilidad de que se apruebe el Decreto.
Pero es que la cosa todavía se enreda más cuando sabemos que
hay tres diputadas Ángela Rodríguez Martínez de Podemos Teresa Jordà i Roura de
ERC y Marta Sorlí Fresquet, de Compromís, se encuentran en Nueva york en viaje
oficial y no llegaban a la votación si no es que, conscientes del peligro,
adelantan su vuelta –si no hay retrasos- para las primeras horas de la mañana
de la votación en cuestión. El peligro lo han generado los naranjitos de Alber
y el PNV ya que si el Gobierno cierra el acuerdo con los vascos el decreto
podría haber sido convalidado porque faltarían tres votos de los grupos que se
oponen. El sí tendría 174: 134 del PP, 32 de Ciudadanos, cinco del PNV, dos de
UPN y uno de Foro Asturias. Y el no tendría 173, la suma del resto de grupos
salvo las tres que iban a faltar. Además, otro diputado de Unidos Podemos está
enfermo y no se sabe si asistirá o votará vía telemática. Ahí es nada, hemos
visto series con menos emociones y sustos que la historia de este decreto.
Si todo sale bien el decreto se va a rechazar y todo parece
apuntar a que será así, si los controladores nos echan una mano. La cuestión es
ahora que va a hacer el muchacho de la melena; se comerá el engendro que no ha
cuajado y que muere como tenía que hacerlo, o lo transformará cual mariposa
salida de una oruga en un proyecto de ley donde dejará participar a los demás grupos
para la confección de una proyecto mas consensuado.
Esto tiene su peligro y ello es que De La Serna logre
suavizar las aspiraciones los grupos con promesas de asfalto, ladrillo y
cemento, que se lo digan a Susana que creemos que la están ofreciendo la Alhambra
II para ella solita, y con ello los mismos se olviden de los estibadores, algo posible
salvo la honrosa excepción del UNIDOS-PODEMOS, pues del bueno Alberto Garzón
tenemos claro que está por la causa de los trabajadores, como no podía ser de
otra manera.
Hasta mañana pues…
Salud.
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