En efecto, no ha habido sorpresas y como era de esperar el
Real Decreto que debe LIBERALIZAR la estiba ha sido rechazado, pero no nos engañemos, hemos ganado una
batalla de la guerra, importante qué duda cabe, pero lo cierto es que la estiba
portuaria española va a ser liberalizada y es ahí donde hay que poner el
acento: LIBERALIZADA.
Paradójico hasta la saciedad es ver a miles de estibadores y
familias respirando profundo cuando comprueban, en el panel de votaciones del
congreso como él NO había “cosechado” los ansiados 175 –uno menos de los 176
esperados pues Errejón se hizo la picha un lío y se abstuvo-, respiraban profundo porque ahora el ministro se tiene que sentar en la negociación que pretende sentar las bases que LIBERALICEN la estiba y esto tiene que ser motivo de alegría, hasta donde hemos llegado. Aparte de lo de Errejón, la sorpresa fue la abstención de los naranjitos con
Albert a la cabeza que se perfila como el “listorro” de la clase y que no ha
dudado a primera hora de la mañana antes del debate y la votación de hoy, en
cambiar el sentido de su voto el cual hubiera sido a favor en tanto y en cuanto
las tres diputadas que estaban de viaje no hubieran llegado, con ello al bueno
de Albert se hubiera ganado una galleta de sus jefes, pero en cuanto ha
comprobado que las citadas diputadas habían llegado y asistían al pleno el
muchacho mandó a comunicar que se iba a abstener, quizás pensando que en el
corto plazo puede convertirse en el “jefe infiltrado” que necesita el gobierno
entre los partidos del NO y los sindicatos. Para la hemeroteca queda la foto
del engaño, uno más y van ni se saben.
A destacar la intervención de Pablo Iglesias defendiendo,
sin saberlo, algo que algunos estibadores no quieren, la titularidad pública
del servicio de estiba, un proyecto de país lejos del neoliberalismo que vende
a fondos de inversión empresas saneadas con dinero público el mismo que se pretende
utilizar para mal pagar las presuntas prejubilaciones de aquellos estibadores
que así lo quisieran y con dinero público repetimos, casi nada.
Otra cosa a destacar, la situación en la que queda “mr. Pelazo”,
que va a ser de esta paloma mensajera plano como una mesa de madera y cobardón
en la distancia corta. Que papelón le queda ahora que representar ¿Se sentará
en la mesa de negociación?, o ya si eso presentará la dimisión antes de pasar
por la vicaría. Pero lo que realmente importa es: interesa a la estiba un
ministro acabado y amortizado que se ha quedado sin recorrido o por el
contrario necesitamos de un recambio nuevo, con más fuerza, que de validez a lo
pactado, porque no nos engañemos acabe como acabe esta historia, no será más que
el principio de una o unas nuevas, para ser más exactos y la cantidad y la
calidad de las ofensivas van a ser inversamente proporcionales a la catadura y
embate del ministro que ratifique los acuerdos
y si no al tiempo.
Ganas tenemos de oír aquello de: “ganamos 12 años de paz
laboral”, ¿habrá quién se atreva a decirlo en público? Expectantes estamos la
verdad…
Liberalización… Si hasta tenemos nuestros muertos en la
defensa de una estiba pública…
Si algún@s levantaran la cabeza…
Vaya tropa; Conde Romanones dixit.
Salud.
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