Decía el Principe Maquiavelo que “para afianzarse en el poder, basta con haber borrado la linea del Principe que los gobernaba”
Solo han transcurrido siete meses desde la firma del tan renombrado acuerdo entre MSC, ASEP y la Autoridad Portuaria de Las Palmas; las declaraciones del propio Miguel Rodríguez en la prensa canaria, han dejado patente que no eran tales las bondades que se vendían sobre dicho acuerdo.
Miguel Rodríguez amenaza con medidas contra MSC y la pregunta es, ¿con qué argumentos?.
Ya comenté en junio pasado que los acuerdos entre MSC y la comunidad portuaria de Las Palmas no llegarían a “buen puerto”. No tiene sentido que MSC o cualquier otra gran naviera, se sumerja en compromisos cuando la reforma de la estiba en nuestro país cambiará las reglas del juego.
Desde el pasado verano, se han producido importantes movimientos que han ido desvelando algo que ya dije en su momento, que la reforma en la estiba vendrían de la mano de las grandes navieras. Primero sería MSC en Las Palmas, puso a la Sagep contra las cuerdas obligando a la intervención del mismísimo Presidente de la Autoridad, Luis Ibarra. En mayo se firmaba un acuerdo entre la naviera, sindicato y Sagep rompiendo las reglas del juego y la cohesión de Madrid frente a las reformas que exige Bruselas.
Se vendieron virtudes sobre un acuerdo, en Las Palmas, de las que nunca se supo a ciencia cierta su contenido pero el tiempo ha demostrado que nada de lo vendido, se ha cumplido por el momento. La actividad de Opcsa no ha remontado y la situación de la Sagep sigue en precario.
Por su parte, las grandes navieras se han ido de compras, la adquisición de Opcsa por parte de MSC o la más significativa, TCB por parte de Maersk Line, han monopolizado el sector de la estiba a tan solo dos bandas, a lo éstas empresas pasando a denominar, servicios integrales.
Sin embargo, en enero volveremos a ver un nuevo pulso a la reforma, de facto, de la estiba en España, las navieras se harán con la totalidad de las terminales y todos sus sistemas de redes de accesos intermodales, sin más.
No se trata de una posición de dominio o monopolizar los servicios. Se trata de garantizar al máximo sus inversiones en conjunción con las políticas de escalas. Y lo están logrando con compras masivas a todos los niveles portuarios, infraestructuras, medios, redes, logísticas.
Sin embargo, nada de esto sería posible sin el mecenazgo de Puertos del Estado quien sin duda, y para aliviar tensiones ante la Comisión Europea, ha dado facilidades para el libre mercado, como paso previo a la liberalización del sector de la estiba en nuestro país.
Maersk Line por ejemplo, se está transformando y con ello todas sus inversiones. Significa que exigirá más de sus recursos, medios humanos y tecnológicos en toda su red mundial, España incluida. La respuesta la tenemos en la reducción de personal que tiene prevista así como nuevas adquisiciones para afianzar su dominio y control sobre sus terminales. Lo mismos hará MSC, su socio de alianza quien pretende hacerse con el accionariado de las terminales que comparte en distintos puertos del litoral español, como podría ser NOATUM en Las Palmas.
Por su parte, NOATUM ya domina los puertos secos de importantes corredores ferroviarios hacia centro Europa. Su salida de algunas terminales como Opcsa, es un paso en otra dirección. Eso permitirá a MSC hacerse con el grueso del accionariado de su terminal canaria.
La cuestión es dónde encaja la reforma de la estiba y los estibadores. La primera ya la vemos con la ampliación de concesiones que permitan a los grandes inversores una mayor garantía de control a largo plazo sobre las terminales. Sin embargo, los estibadores es un tema que poco o nada se comenta. Si alguien sabe bien lo que sucederá es Coordinadora quien desde 2009 conoce las directrices que la Comisión Europea ha marcado para el sector portuario en nuestro país, mayor libertad a cambio de nuevas inversiones.
Pero el caso más grave se verá el próximo año cuando toque re-cualificar a los estibadores censados y en activo. Hay que recordar que, aun quedando excepto de la titulación requerida por el artículo 153 de TRLPEMM, los estibadores deben someterse a un proceso de reconocimiento de la experiencia profesional establecido por el Real Decreto 1224/2009, de 17 de julio, de reconocimiento de las competencias profesionales adquiridas por experiencia laboral.
La cuestión será quien costeará éste proceso de formación que se establece en 580 horas lectivas, aproximadamente dos años de formación modular. Sin dudas y tras la reforma que ya adelantó José Llorca en la primavera pasada, las empresas portuarias asumirán los costes de formación, solo para aquellos estibadores que cumplan con un perfil determinado.
El objetivo final de las empresas es la polivalencia y la ocupación total del estibador. Ya comenté en su día, que Miguel Rodríguez había sentado un precedente al rebajar sueldos sin un consenso con el resto de estibadores a nivel nacional. Como ya dije, MSC ha bajado el tráfico en Opcsa con la finalidad de lograr un acuerdo a su medida, no antes de abril.
Ahora que el gobierno español se constituirá a tres bandas, no cabe la menor duda que se tiene la excusa perfecta para realizar los cambios necesarios que exige Bruselas.
Las empresas optarán por la vía de la formación profesional para el empleo, por ser menos costosa, moldeable a las necesidades de las empresas y accesible a las personas estibadoras.
Ahora que los sindicatos portuarios han perdido el control de la situación, como dice Maquiavelo, los grandes del sector de la estiba, han borrado la línea de poder de los sindicatos adquiriendo grandes terminales e infraestructuras para convertirlas en su feudo.
Como ya dijera, desde que Bruselas ponga fecha de caducidad a las Sagep, las empresas se aferraran a la ley, todo aquel que quiera ejercer actividades de manipulación de mercancías, deberán atenerse a lo establecido por la misma, cualificación. Con toda seguridad propondrán a los sindicatos, una serie de medidas para seleccionar y acreditar un determinado número de estibadores en función de sus necesidades a cubrir.
Ahora la cuestión es si Bruselas dará margen suficiente para materializar esos acuerdos entre sindicatos y empresas. A Miguel Rodríguez le queda un largo peregrinaje ante los tribunales si quiere hacer valer sus derechos frente a MSC. Ojalá que el resto de los sindicatos portuarios, tengan mejor carisma negociador en busca de acuerdos más objetivos y realistas, siempre en beneficio de los propios estibadores, formación profesional para el empleo.
Por el momento, Maquiavelo da la razón a las grandes navieras, “dueñas” de las grandes infraestructuras portuarias desde el verano pasado, al final, Puertos del Estado tendrá que negociar con ellas, las navieras, que ya controlan ANESCO.
En mi opinión, difícil lo tienen los sindicatos; la única opción válida para un estibador/a será lograr el reconocimiento de su experiencia laboral ya que, como hemos visto, Coordinadora solo beneficiará a unos pocos como está ocurriendo en Valencia o Algeciras, en relación a los procesos de selección de estibadores para su cualificación.
Tras la resaca electoral, Luis Ibarra presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, está en el punto de mira de políticos como PODEMOS o Nueva Canaria, contrarios a los acuerdos entre MSC y Miguel Rodríguez. O la propia Boluda quien no vio con buenos ojos los acuerdos firmados. Finalmente, Sagep Las Palmas vuelve a estar tocada por los despidos a corto plazo pues no tiene sentido sostener una plantilla cuando no se han cumplido las expectativas que el acuerdo pregonaba.
Lo cierto es que en el Puerto de Las Luz y de Las Palmas ya se escuchan voces que piden la cabeza de los promotores de dicho acuerdo con MSC. Yo, que he trabajado con MSC en Finlandia, se cómo funcionan y desgraciadamente no ha sido tal y como nos vendieron los acuerdos. Al final serán los trabajadores portuarios los perjudicados.
Fuente: http://www.puertosynavieras.es/noticias.php/La-reforma-maquiav%C3%A9lica-de-la-estiba.--Por-Enrique-Arraiz-Curbelo.--cl.-enrique-arraiz,-estibadores/61034
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