Comienza un nuevo curso sindical en el puerto de Santa Cruz
de Tenerife y he aquí que nuestro presi de comité no ha perdido un segundo para
volver a lo que es el trabajo que le han encomendado y no es otro que verter
falacia y mentiras sobre nuestra formación sindical.
A nosotros, la verdad, nada nos sorprende de este compañero,
por desgracia para él y para nosotros, un analfabeto funcional (Se denomina
analfabetismo funcional a la incapacidad de un individuo para utilizar su
capacidad de lectura, escritura y cálculo de forma eficiente en las situaciones
habituales de la vida.) que no hace más que representar el papel que se le ha
asignado desde instancias superiores y que consisten en poco más que eso: mentir,
difamar, cuando no hacer de paniaguado de la patronal y en especial de la gerencia.
Viendo este año largo que ha transcurrido desde las pasadas
elecciones sindicales en la estiba de nuestro puerto y dado el resultado en las
mismas, resultado del cual algunos todavía no se han recuperado, hay algo que
ha quedado patente con todos estos cambios y es que hay 2 sistemas de “gestión”
sindical en nuestro puerto.
Según este análisis estaría un primer sistema que es la seña
de identidad de algunos representantes del mayoritario y que no es otro que el
del miedo. Con este sistema se ha implantado, por una parte, un método de
trabajo consistente en inocular en la plantilla el germen del temor incluso el
terror, exigiendo con ello la sumisión absoluta a todo aquello que se les
impone desde la patronal y las élites seudosindicales sin la menor oposición,
crítica o discrepancia a riesgo de ser señalado, marcado y hasta “ejecutado”,
si fuera menester. Por otra se crea un clima de animadversión hacia todo
aquello que represente una amenaza para dicho sistema, utilizando para ello los
métodos ya usados en los años 30 – 40 por la maquinaria de propaganda nazi, consistente
en culpabilizar de todos los males (existan o no) a aquel grupo que discrepe o
más aún, que intente mostrar que hay otra forma de hacer las cosas. Emulando los postulados de la doctrina de Goebbels, no
se duda siquiera en crear sus propios escuadrones “Sturmabteilung” o SA, los conocidos “Camisas Pardas” versión
bastante descafeinada en esta ocasión, eso sí, que no pasa de gritos y aspavientos
en las asambleas matinales amén de ir haciendo las veces alcahuetillos en
portalones, chats y redes sociales con la intención de hacerse notar ante “las
élites” con el único fin de salvar el culo o escalar posiciones en el escalafón,
pero poco más.
Siguiendo con el análisis tendríamos una segunda opción sindical
en nuestro puerto, la que abandera nuestra formación. Ésta es una forma más
combativa de entender la defensa de los derechos de la clase trabajadora, no
dando por bueno nada que nos presente la patronal, sin antes haberlo comprobado
hasta la saciedad. Con este modelo lo que se trata de hacer entender es que todo
se debe luchar con más o menos encarnizamiento, pero luchar a fin de cuentas. Que
nos proponen un ERE o un ERTE, lo primero no es ir de copas con la patronal a
un conocido restaurante para dar forma a dichas proposiciones, lo primero es
revisar la propuesta de manera pormenorizada hasta llegar a entender que no hay
vía posible y estas deben ser aceptadas por el bien del colectivo, caso
contrario podría suceder, pongamos un ejemplo imaginario, que mientras hay
trabajadores que no llegan a los 1000 euros/mes, los miembros del consejo de
administración se llevan esos 1000 por reunión, o sea un sobre sueldito que pagarían
los currelas con el consentimiento del algún ZIPAIO que dice representarlos. O
darse el caso (ejemplo nuevamente imaginario) que se dieran unos pocos cursos
de formación y reciclaje sin que el trabajador cobre siquiera una mísera dieta
y por el contra la factura de dichos pírricos cursos ascendiera a cifras
astronómicas, que rondarían por ejemplo los más de 40 millones de las antiguas
pesetas, despilfarro que se cargaría en la cuenta de los curritos con el
beneplácito del consabido ZIPAIO. Qué decir de otras situaciones que se podrían
dar cuando oyes una y otra vez que la cosa está mal que no hay dinero pero pudiera
darse el caso (nuevo ejemplo imaginario) que un determinada fundación afín a
una opción sindical, de esas más lacayas, estuviera recibiendo de la
casi-quebrada empresa una inyección económica de, pongamos por ejemplo, unos
65000 euros, euros que irían, como no, al debe de los curritos con el consabido
consentimiento del ZIPAIO de turno.
Por todo esto sería necesario defender la opción del miedo,
del no pregunten, del acaten y callen, para que algunos siguieran haciendo el
agosto en pleno febrero.
Si esto fuera así, se entendería que la opción menos
combativa desde el punto de vista sindical se prestara, lunes si, lunes también,
a difamar y calumniar a la otra opción sindical en lidia, pues es mucho lo que
está en juego, muchos los intereses puestos sobre la mesa y no para la mayoría
de los trabajadores, tanto es así que ya se plantea el adelanto de las
elecciones sindicales, adelanto que ya hemos denominado “LAS ELECCIONES DEL MIEDO” adelanto al cual nada tememos pues
nuestra posición es la de defender los derechos de los trabajadores si estos no
nos quieren como representantes pues que hablen las urnas y en paz… como dijo
alguien: “ROMA LOCUTA, CAUSA FINITA”
SALUD.
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