lunes, marzo 06, 2017

Entre más disonancia y/o incongruencia va a ser lo que nos va a dejar este episodio en la estiba española.

Tenemos claro que este nuevo episodio en los avatares de la estiba portuaria en el estado español nos va a dejar una “ristra” de anécdotas y sucesos, comentarios y silencios, acciones e inacciones, posturas y postureos que deberían formar parte de una nueva edición de la tan afamada “Antología del Disparate” o, quien sabe, si dicha recopilación debería ser merecedora de una edición propia que tenga como protagonista el gremio de la estiba portuaria española.

Por lo pronto no deja de ser paradójico que en lo que se refiere al puerto de Santa Cruz de Tenerife, seamos los estibadores afiliados al ASOC los que somos acusados de inacción y hasta de poco solidarios. Algunos compañeros de la sección sindical han tenido que oír en días pasados como algunos compañeros del censo preguntaban e incluso recriminaban como era que no enviábamos mensajes de aliento y solidaridad al coordinador general del sindicato mayoritario en momentos tan duros como los que está viviendo en estas semanas donde tanto  nos estamos jugando los estibadores portuarios en lo que a su futuro laboral se refiere.

Además también tenemos que asistir a las preguntas irónicas sobre el poder que representamos y desplegamos en esta situación como sindicato con afiliados en la estiba portuaria. De cómo no nos hacemos fotos con las diferentes autoridades cuando estas muestran su “solidaridad” (que me meo) con la causa de los estibadores o de cómo no nos apuntamos a la orgiástica algarabía que se ha desplegado en estos días pasados donde ha quedado claro el poder que tiene la persona que dirige los designios del sindicato mayoritario y con ello los de todos los estibadores/as del “reino de Hispania”.

Todo esto que contamos, no deja de ser curioso pero a su vez demuestra, de forma tácita, que el mal que azota nuestra sociedad es sin duda la Disonancia Cognitiva, desorden psicológico que amenaza con dejar nuestro país hecho un eral de mantener el crecimiento cuasi aritmético que muestra en las estadísticas, -ver encuestas sobre intención de voto para saber más-.

Si nos permiten aquí querríamos hacer un inciso matemático-estadístico, porque uno oye lo que oye en prensa, radio y televisión y no deja de sorprenderse.

Del crecimiento aritmético y exponencial. Para hablar con propiedad, si lo hacemos de crecimiento en el movimiento de contenedores, mercancías y/o pasajeros, lo correcto sería hablar de un incremento en porcentaje o en su defecto de un crecimiento aritmético. Que más quisiéramos algún@s que el número de movimientos que se realizan en los puertos españoles tuvieran un crecimiento EXPONENCIAL en los últimos años, que más quisiéramos, repetimos. Un crecimiento de tipo exponencial obedece, como indica su denominación a un número elevado a un potencia que crece en su exponente, o sea, 2 elevado a 2 igual a 4, elevado a 3 igual a 8, elevado a 4, 16 y así sucesivamente. El ejemplo más claro de este modelo es la leyenda de Sissa y el tablero de ajedrez. Aquella donde el rey Sheram maravillado por el invento del juego del ajedrez quiso premiar a Sissa por semejante invento y le dijo que eligiera la recompensa que quisiera y le sería dada. Sissa eligió algo que parecía banal y sencillo, y ello era que puesto un grano de trigo en la primera casilla esta fuera doblada su cantidad en el cuadro siguiente; 1 + 2 + 4 + 8 + 16 + 32… y así hasta completar las 64 casillas. Solo decir que la cantidad final resultante es la de la producción mundial de trigo de los próximos 1.000 años. Por el contrario un crecimiento aritmético es algo más manejable, puesto que si la razón es +2, por ejemplo, tenemos que el crecimiento sería: 2,4, 6, 8, 10… etc. Por todo ello si hablamos de crecimiento productivo en la estiba, quizás deberíamos hablar más de aritmético que exponencial, no sea que en un par de años estemos moviendo los contenedores de toda la galaxia.


(Explicación por cortesía de la Sección Sindical del SOC).

Dicho esto aclarar otro par de cosas.

En primer lugar, nuestra formación sindical cuenta con ideología e ideario, algo ya en desuso en otros sindicatos, y tenemos por norma respetarlos. Nuestro ideario contempla la defensa a ultranza de los derechos de los trabajadores y trabajadoras de cualquier colectivo y en especial de la estiba portuaria. Teniendo, como tenemos, una ideología de izquierda, en nuestro ideario está implícito la defensa del sector público gestionado por un estado eficiente con la única búsqueda del beneficio y bienestar de la ciudadanía en especial la clase trabajadora o proletaria, para entendernos. Dicho esto, nos es bastante difícil enviar mensajes de ánimo y aliento al que entendemos como el principal responsable de la actual situación que vivimos en la estiba, eso sería hipocresía simple y llana. Somos sabedores que son much@s las que se han apuntado, presos del extasis, a la orgiástica “bacanal” mediática que se ha representado en estos pasados días. Somos conscientes que son legión los que no hace mucho criticaban y despellejaban al mayoritario y en concreto a la figura de su coordinador general, y que ahora pres@s del miedo a quedarse en la calle, han visto la luz como Pablo y corren despavoridos a resguardarse bajo la sombra protectora que proyecta la figura de la cúpula de Coordinadora sobre los puertos españoles y que con su neo-adquirida actitud hacen buena aquella máxima de ser más papitas que el mismo papa.

Somos conscientes de todo ello, pero esto no implica que vayamos a vender nuestro ideario por un plato de lentejas o por miedo. Si somos consecuentes con nuestras ideas y postulados no podemos entender que sea aquel que ha “destrozado” el sistema de estiba española, el encargado de restaurar la normalidad en nuestra profesión. Si somos consecuentes con nuestras ideas y postulados, no podemos esperar que aquel que ha sido engañado en numerosas ocasiones, aquel que privatizo la estiba de forma precipitada y desorganizada, lanzándonos en los brazos de una patronal dividida que alberga en su seno un grupo de extremistas que busca desestabilizar el sistema en beneficio propio, aquel que a su vez ha sido engañado por una larga lista de polític@s, aquel que dejo en manos de representantes del gobierno la defensa en Estrasburgo de la estiba ante el tribunal de la citada ciudad y por nuestra inacción estos tuvieron las manos libres para defender sus intereses y el de sus patrones, sea ahora el que debe defender el futuro de los estibadores/as. Otra cosa es que entendamos que dado que la mayoría de compañer@s  del estado dan por bueno a este interlocutor sindical, nosotros lo acatemos y entendamos que no es momento de “hacer sangre” debiendo guardar un prudente silencio para evitar comentarios que desestabilicen, aún más, nuestra maltrecha profesión y que de momento entendemos como innecesarios pero eso si siendo consecuentes con nuestras ideario desechando cualquier actitud hipócrita que es algo de gente integra y honesta, cualquier otra cosa es chaqueterismo interesado del barato, que busca un chivo expiatorio para hacer resaltar su militancia ultraortodóxica y así hacerse notar ante el ojo inquisidor de Sauron que mora allá en Mordor.

Respecto al poder y fuerza que podemos desplegar como formación sindical en esta guerra que nos atañe, solo una par de cosas. Con 8 afiliados que contamos en la actualidad, tienen bemoles que se nos exija tanto como a la “toda poderosa” con un millón de euros de presupuesto anual y algo más del 70% de afiliación entre los estibadores, repetimos, tiene bemoles. Si a esto añadimos la política de “tierra quemada” que viene practicando los miembros del comité de la Coordinadora en Tenerife, no convocando asambleas generales o reunión extraordinaria del comité de empresa para informar y consensuar las acciones a llevar a cabo en la defensa de los derechos del colectivo, expulsando además a cualquier afiliado del ASOC de sus asambleas, creando chats informativos cerrados, permitiendo que en dichos chats compañeros delegados de nuestra organización sean calumniados, difamados y vilipendiados de forma cobarde, alevosa y premeditada, con la única intención de denostar su labor y persona a la vez que alimentar el odio de la turba hacia nuestras siglas, pues con todo esto, todavía, según algunos, tenemos que presentarnos ante “la realeza” a solicitar el perdón y la gracia por pertenecer a otro sindicato dentro del nuestro puerto, lo dicho tiene bemoles, Pero después están los que se hacen un traje con la bandera de la unidad y permiten tanto atropello, lamentable, la verdad, tanta hipocresía.

Para finalizar una reflexión. Tenemos claro que la formación sindical que recibe y ha recibido la clase trabajadora en esta última década, estiba incluida, el mensaje que esta supuesta formación ha dispersado entre el proletariado, se ha convertido en método sistemático de enajenación y alienación que ha alcanzado el objetivo de crear una masa amorfa carente de capacidad de disquisición propia y entregada a la doctrina única donde el poder del colectivo reside en la persona, en una única persona, un planteamiento claramente, liberal e individualista donde los haya y que nos lleva, como obrer@s organizad@s combativ@s y crític@s, al exterminio.

El que algún@s estibadores/as en España lleguen a pensar que la fuerza del grupo reside en el dirigente y no al revés, que la fuerza del dirigente reside en el grupo, es un claro ejemplo de que la clase trabajadora, como fuerza organizada, esta entregada a su suerte por completo y si algo no cambia, este camino andado nos lleva a convertirnos en meras piezas de una maquinaria que alimenta las insaciables fauces del capitalismo liberal y así por mucho tiempo.

Salud.

3 comentarios:

  1. Ya el tortolo tiene un ejercito de palmeros y gente que le ria las gracias.Por el interes te quiero Andres

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  2. Mensaje de animo de un compañero de LAB del puerto de Bilbao,nosotros llevamos muchos años en parecida posición,la integridad ni se vende ni se compra

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    1. Saludos Compañeros.
      Agradecer tu mensaje apoyo y como bien dices:
      la integridad ni se vende ni se compra.
      Salud - Agur.

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