martes, marzo 03, 2015

Preguntas que genera el encuentro de la ministra Pastor con algunos representantes de los estibadores.

“Sensaciones muy positivas”… “hay voluntad para llegar a un acuerdo”… “no van a legislar por encima de la sentencia”… “Van a ceñirse a dicha sentencia”… etc.

Este podría ser el resumen del encuentro con la ministra por parte de algunos representantes sindicales de la estiba portuaria.

Según estos, las aguas habían vuelto a su cauce después de la algarabía montada por el presidente de Puertos del Estado el Sr. Llorca cuando decidió, por su cuenta y riesgo (ahora explicaremos esto), liarse la manta a la cabeza y presentar ante la UE un proyecto de Real Decreto donde finiquitaba de facto el actual modelo de estiba liberalizándolo sin contemplación alguna.

Los compañeros nos hablaban de un encuentro con una ministra Pastor conciliadora, dialogante, y preocupada con el jaleo montado, que pedía disculpas por todo este “malentendido” y emplazaba a los presentes a una mesa de diálogo sin premisa alguna, lo que en informática se conoce como un “reseteo” completo del sistema para una nueva instalación de un supuesto sistema operativo, sistema que en principio no iba a cambiar nada, ¿o sí?

Por lo pronto, y como inicio, pareciera que el presidente de Puertos de Estado José Llorca fuera tonto o entrenara para ello, pues “por su cuenta y riesgo” decide presentar el susodicho proyecto ante la Unión para desregular el sistema de estiba en el estado español. Se entiende entonces, por lo dicho por la ministra, que Llorca se levanta un día cual general “buscaglorias” y decide hacer la guerra por su cuenta sin calibrar las consecuencias de su acción, consecuencias que se desatarían al ser “filtrada” su “hazaña” a un medio muy próximo al mayoritario de la estiba, desde vaya usted a saber que fuentes preocupadas o malintencionadas según el prisma con que se mire. Y todo ello sin consulta previa a la titular de Fomento que en esos instantes no tenía la más mínima sospecha de que su “general Custer” iba a lanzarse con todo el 7º de caballería hacia una desastre seguro, en su particular “Little Big Horn”… (¿?), vale y mi hija tiene un unicornio azul en su habitación que se alimenta de sus tiernos, inocentes e idealizados pensamientos.

Para remate, después de este increíble vodevil, ni Llorca dimite, por inútil, ni la ministra lo cesa por incapaz y osado,
¿hay alguien que entienda algo?, porque nosotros no entendemos absolutamente nada, eso si nos hacemos los tontos.

Por si esto fuera poco, tenemos ahora las declaraciones de la afligida ministra Pastor donde manifiesta que legislará sin sobrepasar la frontera de la sentencia, preservando el sistema de pools de las actuales SAGEPs, respetando, eso sí, de manera escrupulosa el redactado del fallo del tribunal de Luxemburgo. Para entendernos, que podremos comprar el producto sin pagar un euro, pero a su vez tendremos que pagar un euro para comprar el producto. Si compañeros., así son los ministros de Españistan, absolutamente “cuánticos” capaces de mantener esa dualidad “onda, partícula” a niveles macroscópicos y sin inmutarse por ello, ay, si Schrödinguer levantara la cabeza, hasta su gato caería fulminado junto a él.

De todo esto lo único que nos queda es confusión, qué duda cabe. La ambigüedad calculada de la titular de Fomento, junto con los calculados “traspiés” de su subordinado en tareas de puertos, Llorca, nos hacen pensar que estos “jóvenes” lo que quieren es ganar tiempo de cara a las elecciones próximas donde el PP se juega mucho de su futuro no solo en local sino que también en lo estatal, es por ello entenderíamos tanta ambigüedad, tanto plazo alargado, tanta amabilidad y disculpas y que a su vez nadie dimita o sea cesado, pues lo de Llorca sería un papelón en toda regla cuando la ministra lo descalifica indirectamente y este no presenta su dimisión o es que quizás le espere un premio en forma de cargo en algún ministerio en un futuro próximo y todo ello por los servicios prestados en esta dura batalla contra los estibadores del estado, quién lo sabe.

Por lo pronto nos mantendremos alertas y no “guardaremos las armas” porque algo nos dice que las vamos a necesitar.

SALUD.
Juan M. Barrera Castro
Miembro del Comité de Empresa SESTIFE-SAGEP

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