“Sensaciones muy positivas”… “hay voluntad para llegar a un
acuerdo”… “no van a legislar por encima de la sentencia”… “Van a ceñirse a
dicha sentencia”… etc.
Este podría ser el resumen del encuentro con la ministra por
parte de algunos representantes sindicales de la estiba portuaria.
Según estos, las aguas habían vuelto a su cauce después de la algarabía montada por el presidente de Puertos del Estado el Sr. Llorca cuando decidió, por su cuenta y riesgo (ahora explicaremos esto), liarse la manta a la cabeza y presentar ante la UE un proyecto de Real Decreto donde finiquitaba de facto el actual modelo de estiba liberalizándolo sin contemplación alguna.
Según estos, las aguas habían vuelto a su cauce después de la algarabía montada por el presidente de Puertos del Estado el Sr. Llorca cuando decidió, por su cuenta y riesgo (ahora explicaremos esto), liarse la manta a la cabeza y presentar ante la UE un proyecto de Real Decreto donde finiquitaba de facto el actual modelo de estiba liberalizándolo sin contemplación alguna.
Los compañeros nos hablaban de un encuentro con una ministra
Pastor conciliadora, dialogante, y preocupada con el jaleo montado, que pedía
disculpas por todo este “malentendido” y emplazaba a los presentes a una mesa
de diálogo sin premisa alguna, lo que en informática se conoce como un “reseteo”
completo del sistema para una nueva instalación de un supuesto sistema
operativo, sistema que en principio no iba a cambiar nada, ¿o sí?
Por lo pronto, y como inicio, pareciera que el presidente de
Puertos de Estado José Llorca fuera tonto o entrenara para ello, pues “por su
cuenta y riesgo” decide presentar el susodicho proyecto ante la Unión para
desregular el sistema de estiba en el estado español. Se entiende entonces, por
lo dicho por la ministra, que Llorca se levanta un día cual general “buscaglorias”
y decide hacer la guerra por su cuenta sin calibrar las consecuencias de su
acción, consecuencias que se desatarían al ser “filtrada” su “hazaña” a un medio
muy próximo al mayoritario de la estiba, desde vaya usted a saber que fuentes
preocupadas o malintencionadas según el prisma con que se mire. Y todo ello sin
consulta previa a la titular de Fomento que en esos instantes no tenía la más
mínima sospecha de que su “general Custer” iba a lanzarse con todo el 7º de
caballería hacia una desastre seguro, en su particular “Little Big Horn”… (¿?),
vale y mi hija tiene un unicornio azul en su habitación que se alimenta de sus tiernos,
inocentes e idealizados pensamientos.
Para remate, después de este increíble vodevil, ni Llorca
dimite, por inútil, ni la ministra lo cesa por incapaz y osado,
¿hay alguien que
entienda algo?, porque nosotros no entendemos absolutamente nada, eso si nos
hacemos los tontos.
Por si esto fuera poco, tenemos ahora las
declaraciones de la afligida ministra Pastor donde manifiesta que legislará sin
sobrepasar la frontera de la sentencia, preservando el sistema de pools de las
actuales SAGEPs, respetando, eso sí, de manera escrupulosa el redactado del
fallo del tribunal de Luxemburgo. Para entendernos, que podremos comprar el
producto sin pagar un euro, pero a su vez tendremos que pagar un euro para
comprar el producto. Si compañeros., así son los ministros de Españistan, absolutamente
“cuánticos” capaces de mantener esa dualidad “onda, partícula” a niveles
macroscópicos y sin inmutarse por ello, ay, si Schrödinguer levantara la cabeza,
hasta su gato caería fulminado junto a él.
De todo esto lo único que nos queda es confusión, qué duda
cabe. La ambigüedad calculada de la titular de Fomento, junto con los calculados
“traspiés” de su subordinado en tareas de puertos, Llorca, nos hacen pensar que
estos “jóvenes” lo que quieren es ganar tiempo de cara a las elecciones
próximas donde el PP se juega mucho de su futuro no solo en local sino que también
en lo estatal, es por ello entenderíamos tanta ambigüedad, tanto plazo
alargado, tanta amabilidad y disculpas y que a su vez nadie dimita o sea
cesado, pues lo de Llorca sería un papelón en toda regla cuando la ministra lo
descalifica indirectamente y este no presenta su dimisión o es que quizás le
espere un premio en forma de cargo en algún ministerio en un futuro próximo y
todo ello por los servicios prestados en esta dura batalla contra los
estibadores del estado, quién lo sabe.
Por lo pronto nos mantendremos alertas y no “guardaremos las
armas” porque algo nos dice que las vamos a necesitar.
SALUD.
SALUD.
Juan M. Barrera Castro Miembro del Comité de Empresa SESTIFE-SAGEP |
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