El tema se suscitó en un mesa redonda con nutrida asistencia de fabricantes de automóviles, directores de Autoridades Portuarias y la Asociación de Fabricantes de Autómoviles, ANFAC. En una hora de intervenciones de 8 personas, lo más cercano que se llegó a la palabra estiba y estibador, fue cuando, tímidamente, un director habló de la mano de obra portuaria y otro de que no los utilizaban en su puerto. En el resto de intervenciones se evitó el tema. Que conste que no había intimidación alguna y no se puede achacar ninguna presión a los estibadores, que estaban en el diálogo social en el viaje que organiza y paga la Comisión Europea en Bruselas.
Es una cuestión sencillamente de prevención mental para evitarse problemas. Es lo políticamente correcto, pero esto tiene un límite cuando la misma Anfac se queja de continuo de los altos costes de la estiba. Solo cuando aparecen las cámaras y los periodistas, la estiba y los estibadores son lo mismo que la palabra Bárcenas para el presidente del Gobierno: el tabú de los tabúes, la madre de los tabúes. A pesar de que los estibadores ya hayan hecho algún paro y estén empezando a trabajar a reglamento molestos por la falta de acuerdo en el convenio, de eso por favor no se habla, ni en un debate sobre el particular.
Tuvo que ser el editor de este medio, que se lo hizo notar a la nutrida concurrencia, para que por lo menos, el director de un puerto le echase arrojo y pundonor, y con amor propio dijo que él sí que podía decir la palabra Bárcenas, y la palabra estibador también, de esta forma con bastante humor deshizo el bloqueo mental de la concurrencia.
¿Es esto la prevención de lo políticamente correcto o es que, señores, el coste de la estiba y los estibadores es pecata minuta y esto se arregla siempre con que el Ministro de Industria, el Señor Soria, suelte 500 millones de euros por fábrica española y todo se resuelva? A ver si ahora los estibadores son otro adorno, otro rimel y colorete de las señoras, para embellecer las cuentas y los balances de resultados de algunos, y claro está, en privado los estibadores son demonios con el sueldo de Blesa, pero de cara a la galería es otra cosa.
Porque mucho decirle a los periodistas que el puerto de Barcelona es más caro que el de Santander, y que si lo dices nos van a tirar el coche al agua, pero después, cuando llega el momento de dar la cara, nadie dice nada, y mas bien se niega.
Y no queremos ser excesivos y pedirle a los fabricantes de automóviles y a sus jefes de logística que se expongan, ni mucho menos, los honrados terminalistas, las terminales de coches o los funcionarios a los que les quitan las pagas y les reducen el suelo la pobre organización de Puertos del Estado y sus Autoridades Portuarias. No queremos que corran ningún riesgo físico.
Eso lo dejamos para los periodistas que tenemos que asistir a los Congresos de estibadores después de escribir estas líneas. Hay que agradecer a los estibadores su buena educación y comprensión, porque todavía el coche no nos lo han tirado al agua.
Pero señores, hay algo que verdaderamente es un exceso. Si tan mala es la estiba y su coste, al menos los representantes de las asociaciones de fabricantes de coches, como Anfac, que viven cómodamente en Madrid a 500 km de cualquier puerto y que solo ven a los estibadores en las fotos que publicamos, pues si tan criticable es, al menos, por favor, hablen de ello abiertamente, inviten a los estibadores a las mesas redondas y dialoguen, porque esto de momento es una democracia, aunque llevemos poco tiempo y pueda no parecerlo.
Fuente: http://www.puertosynavieras.es/noticias.php/no-usar-palabra-estibador-autoridad-portuaria-tabu-politicamente-correcto/33166
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